JUAMPI

Para Leti Servín

Uno se enamoraba de un conjunto de características que se reunían en un individuo, y también podían reunirse en otro. Sólo había que encontrar al que las tuviera. Eso es el amor para los jóvenes, y por eso los jóvenes son tan inquietos, tan sociables, por eso buscan tanto; porque el amor puede estar en cualquier parte, en todas; el mundo entero es amor para ellos/ César Aira

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vicent, del primer corto de tim burton

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Un cuento no puede empezar con eso de "en medio de la noche", algo que hace evidente el reparto de personajes en el centro de la ciudad. Se imaginan: tú serías Frankestein, ella Morticia, el gordito el huevo de Pascua y yo el conde Drácula cuando es de todos sabido que en el centro no pasa nada.

Donde hay mucha gente uno no puede ser ajeno al mismo destino. Ya sabes, podríamos terminar como esos contadores y oficinistas que ni cuenta se dan de las variaciones de un murciélago de felpa tratando de ver todo sin ser visto desde la ventana. Y eso no se da "en medio de la noche", ni en el ingrávido ñaca ñaca para beneficio particular de los autores que a su vez confieren privilegios únicos al centro subestimando la premisa "erase una vez en Transylvania, la pequeña".

Si el mínimo necesario para escribir un cuento es decir "en medio de la noche", todo lo que sigue se escribiría en ausencia de los personajes. Eso digo yo, vampiro de felpa que mira la noche sin condecoraciones y honras fúnebres.

Reivindiquemos a los vampiros de felpa en un cuento que alcance para mirar el futuro en los brazos de una niña que de verdad me quiera.

¿Mi nombre? Ah sí, Juampi

¡Juampi!

Y tengo 876 años.

-luis daniel pulido