Ayer hablamos de fanzines, en un foro de la Unicach. Todos sabemos que el diálogo no es tan agradable si entre los interlocutores existe una tarima y una mesa con mantel verde y títulos "profesionales"; sin embargo, se logró más o menos la conexión y lo mejor: el "auditorio" también habló.
Al margen que fue muy chingón y que nos reunimos con la banda de antaño, etcétera (además que Jaciel y Carlos ya escribirán algo al respecto); comentaré lo que pensé después, borracho, camino a casa:
A uno NO le interesa que "todo mundo" lea o haga fanzines. Es que no se trata de convencerlos que el fanzine es "la onda" ni mucho más. Cada quien busca su felicidad como puede, lo que muchas veces incluye el anhelo de contribuir para que el mundo en que vivimos sea mejor o peor:
Igual si horneamos galletas, igual si danzamos en un crucero, o si escribimos poemas malditos o si somos cajeros altamente eficientes o asesinos seriales. Cada quien.
Lo que sí nos interesa a algunos (que es parte de esa "contribución" al mundo) es compartir la experiencia que se tiene (como otros lo han hecho con uno): dar pistas, advertencias, algunos aspectos "técnicos", responder y hacer preguntas, invitar a que se tome la decisión.
Pero eso es todo. Nadie más es dueño de los zapatos aunque los calze un momento, es una condición de la libertad de nuestros pasos. Estamos solos en esto.
¡Ánimo! ¡Que bueno!
(ahora sí, hablemos de cascanueces)
Al margen que fue muy chingón y que nos reunimos con la banda de antaño, etcétera (además que Jaciel y Carlos ya escribirán algo al respecto); comentaré lo que pensé después, borracho, camino a casa:
A uno NO le interesa que "todo mundo" lea o haga fanzines. Es que no se trata de convencerlos que el fanzine es "la onda" ni mucho más. Cada quien busca su felicidad como puede, lo que muchas veces incluye el anhelo de contribuir para que el mundo en que vivimos sea mejor o peor:
Igual si horneamos galletas, igual si danzamos en un crucero, o si escribimos poemas malditos o si somos cajeros altamente eficientes o asesinos seriales. Cada quien.
Lo que sí nos interesa a algunos (que es parte de esa "contribución" al mundo) es compartir la experiencia que se tiene (como otros lo han hecho con uno): dar pistas, advertencias, algunos aspectos "técnicos", responder y hacer preguntas, invitar a que se tome la decisión.
Pero eso es todo. Nadie más es dueño de los zapatos aunque los calze un momento, es una condición de la libertad de nuestros pasos. Estamos solos en esto.
¡Ánimo! ¡Que bueno!
(ahora sí, hablemos de cascanueces)
-martín
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