Creo que calificar una obra literaria para "niños" supone varias cosas (ahora recuerdo que en el prólogo de Platero y yo, Juan Ramón Jímenez se queja de esta clasificación); sobre todo se da a suponer que los niños leen (o deben leer) obras distintas a las de los adultos. Tal vez sea cierto, es más probable que un niño lea El Principito a que lea Los miserables, aunque esta última obra no sea más complicada. Aunque, bueno, acabo de hacer una suposición sin muchas pruebas, la de que los niños deben leer (o leen) textos menos complicados que los adultos. Como sea, encuentro infinitamente más placentero un libro que compré hace unos meses en la feria del libro del DF, Poemas de juguete, de Antonio Granados, que el volúmen de la poesía completa de Efraín Huerta que compré en el mismo lugar. Les dejo unas adivinanzas de Antonio Granados.
ADIVINANZAS
¿Qué es lo que no es,
casita de madera,
con muchos cuartos,
sin puerta y sin escalera?
(La nuez)
Soy
aunque no soy,
quien me oye no me toca,
aunque tengo voz
no tengo boca
(El eco)
Redonda y roja:
Mansa mañana
que se me antoja
(La manzana)
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